¡Oh, pueblo mío! A vosotros os pertenece el reino hoy, y sois quienes domináis en la tierra [de Egipto]. ¿Pero quién os defenderá del castigo de Dios, si Él lo desencadena sobre nosotros?” Dijo el Faraón: “No os propongo sino lo que considero correcto, y no os guío sino por el buen camino”.