Habéis venido ante Mí solos, tal como os creé por primera vez. Habéis dejado atrás [en la vida mundanal] lo que os concedí [de bienes materiales], y no veo junto a vosotros los intercesores que pretendíais eran socios [de Dios en la divinidad]. Se ha roto vuestro vínculo [con ellos] y desvanecido aquello que creíais.