Apártate de quienes toman su vida y sus creencias a la ligera y se dedican a la diversión seducidos por los gozos transitorios de esta vida. Exhorta con el Corán para que comprendan que toda alma responderá por sus obras, y que nadie tendrá, fuera de Dios, protector ni intercesor. Y aunque ofrezcan toda clase de rescate [para salvarse del castigo] no se les aceptará. Ésos serán quienes sufrirán las consecuencias por lo que cometieron, donde se les dará de beber un líquido hirviendo, y tendrán un castigo doloroso por haber negado la verdad.