El demonio les hizo ver que lo que hacían era lo correcto, y les dijo: “Hoy nadie os podrá vencer, yo estoy junto a vosotros”. Pero cuando los dos bandos se divisaron, [el demonio] huyó diciendo: “Yo no soy responsable de lo que hacéis, pues veo lo que no podéis ver, yo tengo temor de Dios, y Dios es severo en el castigo”.