٣

Dios y Su Mensajero anuncian a toda la gente en el día más importante de la peregrinación1, que Dios ya no tiene ningún pacto con los idólatras, ni tampoco Su Mensajero. [¡Oh, idólatras!] Si os arrepentís [y abandonáis la incredulidad] será mejor para vosotros, pero si se rehusáis no podréis escapar de Dios. A los que se negaron a creer anúnciales que recibirán un castigo doloroso2,
Notes placeholders