Así es la descripción del Paraíso que le fue prometido a los piadosos: hay ríos de agua que no se contaminan, ríos de leche que siempre tendrá buen sabor, ríos de vino1 que será un deleite para quienes lo beban, y ríos de miel pura. Tendrán en él todas las frutas que deseen. Su Señor les perdonará. ¿Acaso quien disfrutará de estas gracias puede compararse con quien morará eternamente en el Infierno y beberá agua hirviendo que carcomerá sus intestinos?