Dad muerte [a aquellos que os ataquen] donde quiera que los encontréis, y expulsadlos de donde os han expulsado, porque la opresión [y la restricción de la libertad a la que sois sometidos por los agresores] es más grave que combatirlos. No combatáis contra ellos en la Mezquita Sagrada, a menos que ellos os ataquen allí; pero si lo hacen combatidlos, ésta es la retribución que recibirán los que rechacen la verdad.