Pero quien no pueda hacerlo[1], deberá ayunar dos meses consecutivos antes de poder cohabitar. Quien no pueda[2], deberá alimentar a sesenta pobres. Esto es para que crean [con sinceridad] en Dios y en Su Mensajero. [Y aprendan a respetar a la mujer]. Estos son los preceptos de Dios. Pero los que se nieguen a creer[3] recibirán un castigo doloroso. 1