٣٠

Tu Señor concede un sustento abundante a quien quiere, y se lo restringe a quien quiere. Él a Sus siervos los conoce bien, y los ve siempre.
٣١
No matéis a vuestros hijos por temor a la pobreza1. Yo les sustento a ellos y a vosotros. Matarles es un pecado gravísimo.
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