¡Oh, creyentes! No toméis por confidentes a quienes no sean como vosotros, porque los que rechazan la verdad se esforzarán para corromperos, porque desean veros en la ruina. Ya han manifestado su odio con palabras, pero lo que ocultan sus corazones es peor aún. Os he mostrado las evidencias de su enemistad, para que reflexionéis.