¡Oh, gente! Si tenéis dudas de que tengo el poder para resucitaros, sabed que he creado [a Adán] de barro1, luego [a toda su descendencia] de un óvulo fecundado que luego se transforma en un embrión, luego en una masa de tejidos, algunos ya formados y otros por formarse; ello es una evidencia [de Mi poder y sabiduría]. Preservo en el útero materno a aquellos que he decretado que completen su gestación. Les hago nacer, y después de la infancia alcanzan la madurez; algunos mueren [antes de esta etapa] y otros llegan a la vejez, y ya no recuerdan nada del conocimiento que habían adquirido. También podéis observar a la tierra árida, y cómo cuando hago que llueva sobre ella, se remueve, se hincha, y brotan toda clase de plantas bellas.