¡Oh, Gente del Libro! Después de que pasara un tiempo desde el último Mensajero1, os ha llegado Mi Mensajero para aclararos la verdad, y que no podáis decir [el Día del Juicio Final]: “No se nos ha presentado nadie que nos albriciara [con el monoteísmo] y nos advirtiera [contra la idolatría]”. Pues ahora sí tienen quien les albricia y les advierte, porque Dios es sobre toda cosa Poderoso.