Si expresáis la voluntad de divorcio1 a vuestras mujeres y éstas cumplen con el plazo de espera, no podéis impedirles que se casen2, si lo han convenido mutuamente [sobre bases] correctas. Así exhorta [Dios] a quienes realmente creen en Dios y en el Día del Juicio. Esto es mejor y más sano. Dios sabe [todo] y vosotros no.