Por esto [¡Oh, Mujámmad!], invita [a aceptar el Islam] y obra rectamente como te fue ordenado, no sigas sus deseos[1] y diles: “Creo en los Libros que Dios reveló [en su forma original], y me fue ordenado establecer justicia entre ustedes. Dios es nuestro Señor y también el suyo, nosotros seremos juzgados por nuestras obras y ustedes por las suyas. No hay necesidad de disputas entre nosotros y ustedes[2]. Dios nos reunirá a todos cuando regresemos a Él para ser juzgados”. 1