١١

El [ser humano] tiene [ángeles] guardianes por delante y por detrás, que le protegen por orden de Dios. Sabed que Dios no cambiaría la condición [de bienestar] de una sociedad a menos que ella cambiase su propio estado [cayendo en la corrupción]1. Si Dios decreta el castigo para un pueblo, no existe nada que lo pueda impedir, y no encontrarán fuera de Él protector alguno.
Notes placeholders