Quienes dicen: “Dios y el Mesías hijo de María son una misma persona” niegan la verdad, porque el mismo Mesías dijo: “¡Oh, Hijos de Israel! Adorad solo a Dios, que es mi Señor y el vuestro”1. A quien atribuya actos de adoración a otros además de Dios, Él le vedará el Paraíso y su morada será el Infierno. Los injustos no tendrán quién les socorra.