Él es Quien hizo que los que se negaron a creer de la Gente del Libro1 abandonaran sus hogares en el primer destierro. Vosotros no creeríais que ellos saldrían, y ellos pensaban que sus fortalezas los protegerían de Dios. Pero Dios les sorprendió de donde menos lo esperaban. Infundió terror en sus corazones, y comenzaron a destruir sus casas con sus propias manos y con las manos de los creyentes. Reflexionad sobre ello, ¡oh, gente que razona!