[¡Oh, Muhámmad!] Los beduinos que no participaron [del viaje a La Meca y del pacto de Hudaibiiah] dirán: “Nos mantuvieron ocupados nuestros bienes materiales y nuestras familias, pídele a Dios que nos perdone”1. Pero solo dicen con sus lenguas lo que no sienten sus corazones2. Diles: “Si Dios quisiera perjudicarles o beneficiarles, nadie podría impedirlo. Dios sabe lo que hacéis”.